Muchísimas
gracias,
mi
querido padre,
por todo
lo que haces
junto con
mi madre
para que
yo viva
feliz y
contento
sin
faltarme nunca
el diario
sustento.
Gracias
por las cosas
que me
has regalado
y que
juntos, padre,
hemos
disfrutado,
como el
videojuego
la
computadora,
y el balón de fútbol
con que
juego ahora.
Gracias
por querernos,
con tanta
ternura,
por
acompañarnos
en noches
oscuras
y por protegernos,
fiero
cual león,
si es que
lo requiere
infausta
ocasión.
Gracias
por sacarnos
en las
vacaciones
a pasear
felices
por
tantas regiones...
Así que
este día
mi afecto
enarbolo
y digo:
También...
padre hay
uno solo!!
Chipi (Carlos Páez Ortiz)
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