Quiero contarles, amiguitos, que estuve en
Bailadores, municipio Rivas Dávila, con motivo de estarse celebrando la Feria Agropecuaria. Allí tuve la oportunidad de visitar el Parque
Feria La Granja ,
y ver las exposiciones de hortalizas, flores y artesanías, todo producto del
trabajo de nuestros laboriosos paisanos bailadorenses. Luego presencié el
concurso de caballos de paso en el que participaron finos ejemplares de
diversas partes de Venezuela y, por supuesto, los de la zona, ya que en Rivas
Dávila son muchos los que tienen esta afición como pasatiempo. Estando allí,
conversamos con el ingeniero Augusto Acedo Rondón, organizador de la feria,
quien nos invitó para que fuéramos a conocer su aprisco, nombre con el que se
conoce a los criaderos de cabras, aunque mi papá buscó en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua y allí se define aprisco
como “paraje donde los pastores recogen el ganado para resguardarlo de la
intemperie” En la mañana del domingo fuimos. El aprisco se llama El Rincón de las Cabras, y
está por Las Tapias. Allí el joven Augusto, nos dio a probar las delicias que hace con los
derivados de la leche de cabra, mientras
nos relataba, con mucha pasión, cómo nació su proyecto y los planes que tiene
para convertir todo esto en una industria que beneficie a mucha gente… estando
en eso, lo llamaron porque una de las
cabras estaba empezando a dar a luz… ¡Vamos!
-nos dijo- y todos nos fuimos detrás de él. En el corral donde estaba la
parturienta había otras cabras, que un veterinario zuliano definió como las
“tías” de los cabritos por nacer. Mis amiguitos Santiago Ramírez Betancourt,
María Gracia Castellanos, Ana Camila Jaimes y yo presenciamos entonces por
primera vez el milagro de la naturaleza y por triplicado ya que la madre cabra tuvo tres
cabritos, un macho y dos hembras, hecho que no había ocurrido nunca en el
aprisco del ingeniero Augusto, pues la mayoría de los partos son de dos crías. Al concluir el alumbramiento mis amigos y yo
salimos de allí saltando, brincando… por
lo que el doctor maracucho dijo en su acento característico: “ese es uno de los
efectos colaterales de la leche de cabra. Ja Ja Ja Ja.”. ¡ Hasta el domingo!!!
Chipi (Carlos Páez Ortiz)