Removiendo un labrador con su pala el suelo, encontró un paquete de oro.
Todos los días, pues, ofrendaba a la
Tierra un presente, creyendo que era a ésta a quien le debía
tan gran favor.
Pero se le apareció la
Fortuna y le dijo:
- oye, amigo: ¿por qué agradeces ala
Tierra los dones que yo te he dado para enriquecerte? Si los
tiempos cambian y el oro pasa a otras manos, entonces echarás la culpa a la Fortuna.
- oye, amigo: ¿por qué agradeces a
Cuando recibamos un beneficio, veamos bien de dónde proviene antes de
juzgar indebidamente.
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