La cierva y la vid
Una cierva era perseguida por unos cazadores y se refugió bajo un una vid.
Pasaron cerca los cazadores, y la cierva, creyéndose muy bien escondida, empezó
a saborear las hojas de la mata que la cubría. Viendo los cazadores que las
hojas se movían, pensaron muy acertadamente, que allí adentro había un animal
oculto, y disparando sus flechas hirieron mortalmente a la cierva. Ésta,
viéndose morir, pronunció estas palabras:
-¡Me lo he merecido, pues no debí haber maltratado a quien me estaba
salvando!
Sé siempre agradecido con quien generosamente te da la ayuda para salir
adelante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario