Mi mamá dice que cuando hay
vacaciones los paisajes andinos se ponen más bonitos de lo acostumbrado para
recibir a los cientos de turistas que, en cada temporada, vienen a visitar a
nuestra querida Mérida, y yo creo que eso es verdad. Un ejemplo de lo que ella
dice es que para recibir la temporada, hace pocos días cayó tremenda nevada. Los
picos lucieron imponentes cubiertos del hermoso plumaje de las Cinco Águilas
Blancas, que los hace ver tan atractivos
y que impacta a propios y extraños. También en el páramo, los colores de las
flores y los sembradíos se muestran más brillantes, engalanando aún más los
tradicionales pueblitos que a los turistas de toda Venezuela les encanta
visitar. Atractivos como Los Chorros de Milla, los parques temáticos de don
Alexis Montilla y nuestras hermosas plazas y templos, también reciben a los visitantes, quienes además de disfrutar
del clima grato y de la hospitalidad de los merideños, compran regalitos típicos
como recuerdo de su visita en los mercados artesanales. Yo creo que cuando haya más vuelos directos a
la ciudad y esté listo el nuevo teleférico no nos vamos a dar abasto para
atender a todos los turistas venezolanos y extranjeros que se mueren por
ascender a ese remanso de paz que son las cumbres de nuestras montañas, y ahí
me sumo yo que me muero por ir a jugar con la nieve y a deslizarme por ella
hasta El Refugio. Pero eso si, subiré a Pico Espejo, a la última estación, bien abrigado y con muchas golosinas, porque si no me puede dar mal de
páramo. ¿Se imaginan? Jejejeje. ¡Bienvenidos
a nuestra tierra todos los chipilines y chipilinas de Venezuela y del mundo que
nos quieran visitar durante estos días de vacaciones!!!
¡HASTA EL DOMINGOOOO!!
CHIPI
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