Juan Rodríguez Suárez, el Capitán de la
Capa Roja , soñó… con fundar una ciudad en
América que le permitiera honrar y recordar a su tierra natal, la Mérida de Extremadura, de España.
El obispo Lora soñó… con crear un seminario que
sembrara valores cristianos y otros conocimientos a los merideños de ese tiempo
y a los del porvenir y que para cumplir esta misión esta casa de estudios permaneciera activa
durante siglos.
Don Tulio Febres Cordero soñó… con dejar un legado
literario a los merideños de todas las épocas recopilando datos de su tiempo
y publicándolos junto a las maravillosas creaciones de su prolífica pluma.
Enrique Bourgoin soñó… tocar un día el cielo desde
la cumbre más alta de Venezuela, el Pico Bolívar, (4.978 msnm) antes llamado La Columna , y que para lograrlo solicitaría la experiencia
del guía nevadero Don Domingo Peña y el apoyo del joven tovareño Heriberto
Márquez.
Manuel Mujica Millán, soñó… con darle un aspecto moderno
a la ciudad, haciendo realidad los proyectos de su mente creadora, presentes hasta hoy en las edificaciones más
representativas de nuestra Mérida.
Pedro Rincón Gutiérrez, el Rector Eterno, soñó… con
modernizar la Universidad
de Los Andes para transformarla en una de las más importantes de América y en
fundirla con la ciudad para hacer de los dos entes uno solo e indivisible.
Carmen Delia Bencomo soñó… dedicar su poesía, su
teatro, sus cuentos y sus libros a nosotros, porque sabía que seríamos los únicos
con capacidad de entender el lenguaje de
sus ideas con más fidelidad que los adultos y para enseñarnos a través de su
creación que nuestra fantasía y nuestro accionar pueden ser también fuente de
inspiración para nosotros.
Manuel de la Fuente soñó… con sembrar sus esculturas en
diversas áreas de la ciudad e inmortalizar los perfiles de ilustres personajes,
hombres y mujeres, moldeándolos, con su
artística destreza, en el barro, para luego fundirlos en la nobleza perdurable
del bronce. Ah, y soñó también que, usando como pedestal los Andes, le erigiría una
imagen gigantesca a la Madre
de Dios.
Ellos y muchísimos merideños, así como personas
venidas de otras latitudes, han hecho y
hacen de sus sueños grandiosas realidades a favor de la ciudad, del país y del bien común. ¿Cuál es tu sueño, amiguito? ¿Con qué sueñas,
amiguita?
CHIPI (Carlos
Páez Ortiz)
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