Agosto,
con su fuerte brisa y sus días soleados, es la temporada ideal para volar
cometas y, como ese mes ya se avecina, le dije a mi papá que me comprara una, pero él
prefirió que la construyéramos y la fuéramos a volar por los lados de la manga
de coleo, en Zumba. Buscamos las varillas de caña, papel de seda, cabuya, pega y
trapos para la cola y mientras la hacíamos mi papi me dijo que las cometas
fueron inventadas por los chinos, unos 1.200 años antes de Cristo y que las
usaban los ejércitos para enviar mensajes, lo que hacían a través de sus colores;
también que inspiraron a los inventores
de algunos aparatos voladores, distintos a los globos, hasta llegar al avión
con motor, cuyo primer vuelo realizaron los hermanos Wrigtht en 1903, en Estados Unidos. Las cometas han sido
utilizadas también para estudiar los fenómenos atmosféricos. (Yo creo que mi
papá consultó anoche la Wikipedia ,
jejejeje) En Mérida he tenido la oportunidad
de asistir a dos festivales de cometas. Uno fue hace algún tiempo, en el
estacionamiento de la Plaza
de Toros, y el otro, más reciente, en
Zumba, organizado por las estudiantes del Colegio La Presentación , quienes
asistieron a este pintoresco lugar acompañadas de familiares y amigos. La
verdad es que me llamó la atención la destreza de las muchachas para elevar sus
papagayos, que es otro de los muchos nombres que tienen las cometas. Bueno, ya
tengo lista mi petaca, como les dicen en el Zulia. La hicimos con los colores
primarios de nuestra bandera y ahora ruego para que no se me quede enredada en
los cables de la luz, como me pasó con la que volé el año pasado cerca de mi
casa, donde todavía permanece, como reclamándome mi impericia, moviendo su
esqueleto de varillas, algo de cabuya y un pedazo de cola. ¡Hasta el domingo!!!
CHIPI (Carlos Páez Ortiz)
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