El
asno y los saltamontes
Un asno que habiendo
oído el gorjeo de los saltamontes, quedó muy encantado; y deseando poseer los
mismos encantos de su melodía, les preguntó con que clase de alimento ellos
vivían para darles voces tan hermosas.
Ellos contestaron,
-Con el rocío.-
No hagas lo que los otros hacen o dicen,
si no está dentro de tus capacidades el hacerlo.
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