El león y el asno presuntuoso
De nuevo se hicieron
amigos el ingenuo asno y el león para salir de caza. Llegaron a una cueva donde
se refugiaban unas cabras monteses, y el león se quedó a guardar la salida,
mientras el asno ingresaba a la cueva coceando y rebuznando, para hacer salir a
las cabras.
Una vez terminada la acción, salió el asno de la cueva y le preguntó si no
le había parecido excelente su actuación al haber luchado con tanta bravura
para expulsar a las cabras.
-- ¡ Oh sí, soberbia, -- repuso el león- que hasta yo mismo me hubiera
asustado si no supiera de quien se trataba !
Si
te alabas a ti mismo, serás simplemente objeto de la burla, sobre todo de los
que mejor te conocen.
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